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El suelo pélvico y la mujer

Hoy en día, aunque parezca mentira, el suelo pélvico sigue siendo un tabú, y no solo entre la población mayor de 65-70 años para arriba; aún me encuentro con chicas de entre 25-35 años a las que les da vergüenza hablar de cualquier tema que tenga que ver con el suelo pélvico o con algún problema que se derive de ello.

 

¿Por qué no reconocemos esta parte de nuestro cuerpo como cualquier otro?

Es decir, si alguien te dice que tiene dolor en el dedo gordo del pie no nos ponemos rojos como un tomate; pero si de repente tienes que exponer que tienes pérdidas de orina, almorranas o dolor en las relaciones sexuales se nos atascan las palabras en la garganta.
Sí, señores y señoras, todos o la gran mayoría de la población, en algún momento de su vida sufre problemas en estas “partes”; porque dichas “partes” forman parte de nuestro cuerpo como la cabeza, la espalda o la planta del pie. Y como parte de nuestro cuerpo hay profesionales que se encargan de ayudarte a mejorar tu calidad de vida; dichos profesionales son: ginecólogos, urólogos, coloproctólogos, matronas y fisioterapeutas especializados en el suelo pélvico.

 

¿No lo sabias?

¿No sabías que los fisios además de recuperar dolencias de diferentes tipos musculares, óseos, vendajes, corrientes, calor, masajes, también te pueden ayudar con esos problemas que vives en silencio? ¡¡Pues ahora te explico cómo lo hacemos!!

En la primera sesión se valorará cómo se encuentra todo: si los órganos están en su sitio, si existen contracturas (sí, sí, es un músculo en su gran mayoría y también sufre contracturas), qué cantidad de fuerza hay y en función del resultado se decidirá si necesitas tratamiento, si el tratamiento lo puedes hacer en casa o si necesitas acudir a consulta para hacer una rehabilitación más específica. Evidentemente esta valoración es manual, y aunque hayas tenido experiencias negativas en este tipo de exploraciones, normalmente no habrá ningún tipo de dolor. Quiero mandaros un mensaje de confianza y tranquilidad: hacerse una exploración vaginal no ha de ser doloroso (tampoco digo que sea agradable, pero NO ES DOLOROSO).

 

COSAS QUE NO SON NORMALES:

  • Tener incontinencia de cualquier tipo a cualquier edad (solo podríamos aceptarlo en las primeras semanas tras el paro; después de un mes de dar a luz ya sería un problema).
  • No sentir nada en las relaciones sexuales o sentir dolor en la penetración.
  • Tener dolor antes o durante la menstruación: puede ser que la zona se inflame y presione nervios que previamente estén tocados por musculatura con contracturas. Ya no nos metemos si tenemos ovarios poliquísticos, endometriosis, etc (aunque la fisioterapia se ve más limitada en estos casos, tu ginecólogo te podría ayudar).

Por ello no te quedes callada: si no quieres comentarlo con una amiga, hermana o madre por vergüenza, coméntaselo a tu médico porque te derivará al profesional correspondiente. Pero si te soy sincera, si lo hablas con una amiga, hermana o madre, te darás cuenta que no estás sola ni que eres la única. Y como se dice la UNIÓN HACE LA FUERZA: destapemos tabúes y valorémonos al completo.

Eskerrik asko

Saioa Calle
Especialista en suelo pélvico en SENDATZE fisioterapia & pilates

Fisioterapia & Pilates
Amorebieta

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